En los primeros años de la década de 1870 Monet sentía un especial
interés por representar escenas tomadas directamente del natural,
captando las diferentes luces del día - véase el Hôtel de Trouville -. Esta regata es una de las imágenes tomadas desde el barco-taller
con que el pintor recorría el Sena en busca de inspiración. La fuerte
luz veraniega difumina los contornos de los barcos y de las casas,
creando magníficos reflejos en el agua, representando de manera perfecta
el movimiento. Con esos reflejos Claude forma el espacio de la escena.
Las líneas parecen consumirse ante esa soberbia sensación atmosférica
que permite contemplar las casas de Petit-Gennevilliers de manera muy
esquemática. Monet está lanzado a la "creación" de un estilo novedoso
donde los principales elementos serán la luz y el color, abriendo con el
Impresionismo las puertas a la vanguardia del siglo XX.
Aquí presentamos una reproducción de la obra, realizada en óleo sobre tela,enmarcado con marco de madera estilo italiano con paspartú entelado. Medida 1 x 1.
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